lunes, 6 de septiembre de 2010

Santos Uroboros, Batman!


De un tiempo hasta aquí (casi el mismo que le he dedicado a los comics pir..eh digitales) se ha desarrollado en mí una concepción bastante clara y personal del tiempo en los comics.

Desde el vamos que parte de esto surge de contraponer las editoriales occidentales con las orientales, una de las cosas que hacen al manga tan interesante es cómo los creadores de cada serie conciben un final prácticamente ligado inicio. Estas historias (que no superan los 30 tomos) poseen gracias a esto un desarrollo dinámico, casi vertiginoso de su arco argumental. Sólo Evangelion se separa de este grupo, pero eso ya es otra historia...

Los comics americanos, por otro lado, se han transformado en un bucle infinito, que sólo gira por obra de los lectores y editores y su reciclado de ideas. Cosas muy interesantes han resultado de esto (incluso una cuestión cultural cognitiva muy particular que detallaré más adelante) y otras no tanto...

Pero no es la falsa, falsísima continuidad, ni los súper héroes muertos resucitados muertos resucitados lo que me molesta de todo esto, sino los grandes falsos finales que han surgido a lo largo de los 80s 90s y 00s, que no son otra cosa que engaños brutales al lector, grandes obras gráficas y literarias que no cierran nada, sino todo lo contrario, parecen ampliar el espectro de la mesmedad.

Estoy hablando por supuesto (de pie por favor) de KINGDOM COME, Dark Knight Returns, The Dark Knight Strikes Again, All Star Superman, Avengers Last Story y un larguísimo etcétera de obras que no son más que un WHAT IF astronómicamente bien resuelto.

Y alguno saltará a hablar de las tierras de DC, bueno, eso no es más que una respuesta freak a este problema, que no hace más que dejarlo en evidencia (cosa que en lo particular me molesta aún más). Porque recordemos que la editorial inventó esto de las tierras como gigantesco depósito onírico-creativo de cada superhéroe creado fuera de la editorial del que conseguían los derechos.

Saben que, para que esta protoeditorial sea algo más que un lastimoso quejido nerd, osaré hacerles una propuesta (tal vez todo lo anterior era una gran introducción a ella):
¿Qué tal si los universos de MARVEL y DC durasen sólo 10 años? Y que cada década implote el universo dando origen a uno nuevo, como carta blanca a los cambios que se le antojen en ese momento? Piénsenlo, tendríamos décadas donde gana el mal y todo. Sería como los ULTIMATES pero sin la estupidez de las dimensiones, un acto de sinceridad de editores y lectores, sólo a favor de las historias (vender, venderían lo mismo).

Cool, isn`t it?

2 comentarios:

Gilberto dijo...

Si, se ha convertido en una maldita cinta Moebius la continuidad impresisa y engañosa de DC. Bajan sus ventas, elaboran un evento con la promesa de corregir incongruencias de sus arcos argumentales y sorpresa... dejan el poder en manos de un Fan como Geoff Johns y Grant Morrison que venian haciendo un gran trabajo hasta que les gana la nostalgia de adolescentes y reviven a todos los iconos de su epoca. Finalmente habra que aceptar 2 coas: en el mundo de los comics, ninguna muerte es permanente, y la segunda es que vienen escritores de nueva generación esperaremos a ver su propuesta.

elgorrión dijo...

Es que a eso me refiero gilberto!! Que tiren la cinta de Moebius (engañosa) y pongan en su lugar un hermoso Uroboro a la vista de todos :D